sábado, 10 de agosto de 2013

~Something Unexpected~ Capítulo 14 (Segunda Temporada)

Anteriormente:  
Esa mujer me era familiar. Empezaba de nuevo a escuchar, pero esta vez, no a Justin. Escuchaba un leve pitido que se repetía cada segundo. Notaba cables en mi cuerpo, estaba tumbada en algo blandito. Esa mujer pronunciaba mi nombre, y otra mujer vestida de blanco me tocaba la cabeza. Abrí los ojos de un tiró, muy rápidamente. Ya sé de que se trataba.
_________________________________________________________________________

Moví mi cuerpo  bruscamente hacia delante, no podía ni siquiera parpadear, el cuerpo me dolía. Ella empezó a llorar, me abrazaba, me besaba... Yo solo miraba a mi alrededor perpleja. Me levanté corriendo, abrí la puerta y fui a los primeros aseos que me encontré, cerré con pestillo.
-Abre la puerta!-grita -No puedes correr de esa manera, por favor abreme la puerta!

Ella gritaba y gritaba para que lo hiciera. Yo solo me miraba en el espejo, me veía horrible, pálida como un muerto, mis labios no tenían color, se me rompían las uñas. Pero nada de eso me importaba, yo solo me miraba y lloraba, lloraba muy fuerte, y es que los recuerdos inundaban mi mente.  
-Y todo esto, un sueño...-se deslizaba por la pared hasta caer sentada en el suelo.

Solo pensaba en que nada nunca sucedió, no quería salir, solo quería volver a la realidad, que ese asqueroso aseo público desapareciera y se convirtiera en una isla, con palmeras y él. Imagina que es lo que pudo pasar para que estuviera en este hospital, así que decidí salir y hablar con mi madre, yo comprendía su preocupación.
-Porque has salido corriendo! Estas loca!? No ves que no estas en condiciones para hacer esto! Solo quiero que estés bien.-la abraza.
-Mamá, que es esto, qué a pasado, mamá explícame, no se lo que paso antes, no recuerdo nada.
-Caíste en coma...-la mira con dolor -Te dí dinero para que fueras y te compraras el disco que tanto querías, y bueno estuve toda la noche esperándote en casa preocupada porque hacia tiempo que no aparecías cuando me llamaron y me comunicaron que una moto te había golpeado. Fui al hospital, ya casi lo dieron por perdido... tanto tiempo, ya llevabas casi un mes en coma. He estado aquí todos los días, a tu lado, rezándole a Dios para que no se llevara a mi pequeña, que es lo único que tengo en mi vida. Vinieron tus amigas a verte, profesores, compañeros, toda la familia, muchísima gente a venido a verte.-su voz se quebró. 

Ahora me vino a la mente todo, estaba tan conmovida que crucé corriendo y una moto que venía por la esquina me golpeó en la cabeza y desde ahí empezó todo.
-Mamá no estés mal, estoy bien, a pesar de esto me encuentro bien, solo me duele un poco el cuerpo pero supongo que sera de no moverme en semanas. Lo que no entiendo es como estoy viva, pocas personas salen de esta no?.-dirigió una enérgica mirada a sus ojos.
-Sí, lo peor es que ha sido un mes Mila, un mes sin levantarte por ti misma. Es un milagro que estés así de bien, yo me moriría si te perdiera, te quiero muchísimo, nunca te me vayas por favor.
-Yo también te quiero mucho, más de lo que te imaginas. Sabes, realmente creo que es como si me fuera a otro mundo, otra vida, una vida que deseaba, era real quizá mas que esta, pero Dios no dejó quedarme en ella y me devolvió contigo, porque yo siempre pensé en ti. No quiero que digas nada, solo para que lo sepas.-le da un beso en la frente. -Voy a comer algo.

Fui al buffet que quedaba bajo el hospital. Tenía hambre, pensar que estuve un mes acostada en una cama no me hacia sentir mejor. Cogí una manzana y me senté al lado de la ventana. Mi mente revolvía todo, todo lo que pasó en el sueño, no me esperaba esto, otra vida. 'No nos va a pasar nada' recordaba todas sus palabras, de las principales a las últimas, tan real. Y es que todo tiene algo de sentido, iba corriendo mi ilusión solo era el disco, en Justin, mi mente ahí no actuaba así que me golpeó la moto pensando en él. Y luego, en ese mundo lo inicial era él también. Ahora puedo comprender todo lo que no entendía, sobre todo de dónde había venido.
-Hola, hace muy bien viniendo a comer algo. He estado hablando con las demás enfermeras y según su estado podemos darte el alta.
-¿Enserio? Pero, ¿hoy ya? 
-Solo si se toma las medicaciones que le mandará el médico y si va a ser constante con ellas.
-Si si si, lo que sea, por supuesto. Entonces, cuando sea.

La enfermera y yo subimos a mi habitación de hospital donde me esperaba mi madre para marcharnos ya. Antes, tuvieron que hacerme varias revisiones para asegurarse de que estaba bien, ya que caer en coma es algo muy serio y la forma en que salí de ella era muy positiva pero muy extraña. 
-Escúchame bien, todavía es usted joven, tiene toda una vida por delante, así que cuidese y tómese lo que le receten. Tiene suerte de estar aquí, se lo digo enserio, Dios la adora.-le entrega los papeles.

Llegamos a casa, entré corriendo a mi habitación, daba vueltas por ella, me tiraba en la cama. Estaba como siempre, todo igual, mi madre nunca tocó nada. Cogí mi móvil, tenía muchísimos mensajes de mis amigas. Los primeros me preguntaban dónde me había metido, los últimos eran diciéndome que me querían y no podían perderme. La puerta se abría muy despacio.
-Abuela!-sale corriendo a abrazarla.
-Mi reina como te encuentras? Que gran alegría me a dado tu madre al llamarme y decirme que ya estabas en casa, que todo a salido bien.-le da un fuerte abrazo.
-Abuelita, a sido todo suerte.. Ah! Tengo que contarte algo, ya que tu entiendes mucho de estas cosas.-se van al salón y se sientan en el sofá.
-Cuando quieras hija mía.-responde su abuela acariciándola.